Con un gol agónico de Santiago Solari, Racing derrotó a Vélez en Avellaneda y selló el pase a semifinales del torneo continental, algo que no lograba desde 1997.
El Cilindro de Avellaneda volvió a vibrar con una noche copera inolvidable. Racing le ganó 1 a 0 a Vélez en la revancha de los cuartos de final y cerró la serie con un global de 2 a 0 que lo deposita entre los cuatro mejores equipos de América.
El tanto llegó a ocho minutos del final, cuando Santiago Solari apareció en el área para coronar una jugada colectiva y desatar la locura en las tribunas.
Aunque Racing había llegado con la ventaja obtenida en Liniers, el encuentro estuvo lejos de ser un trámite. Vélez se jugó entero, buscó con presión alta y llegó a ilusionarse con un gol que finalmente fue invalidado por el VAR.
Los de Avellaneda también sufrieron lo suyo: un cabezazo de Sosa dio en el palo y dejó a todo el estadio con el corazón en la boca. A eso se sumó la lesión de Juan Nardoni, que obligó a mover el banco antes de tiempo.
Costas y un plantel con carácter
El equipo de Gustavo Costas volvió a mostrar carácter y temple para superar los momentos adversos. El arquero respondió cuando lo exigieron y la defensa sostuvo con firmeza la embestida rival. La aparición goleadora de Solari fue la frutilla del postre de un conjunto que se ilusiona con todo.
Semifinales y la ilusión intacta
Con este triunfo, Racing regresa a una semifinal de Copa Libertadores después de 28 años. Ahora espera por el ganador del cruce entre Estudiantes y Flamengo, con la expectativa de seguir avanzando en un torneo que lo tiene entre los grandes protagonistas.
La Academia vuelve a soñar en grande. El Cilindro late, el pueblo racinguista canta, y la Libertadores lo encuentra otra vez en la pelea.