Desde hace casi tres décadas, La Cumbrecita apuesta por una forma distinta de vivir el turismo: sin autos, con aire puro y en armonía con el entorno. Su modelo peatonal es ejemplo de sostenibilidad, bienestar comunitario y visión pública.
En el marco de los festejos por el Día de la Independencia, La Cumbrecita conmemoró también los 29 años desde la implementación de su emblemática política de Pueblo Peatonal, una decisión que la convirtió en pionera en Argentina en materia de planificación ambiental y turística.
Este modelo, que restringe el acceso vehicular al área urbana y centraliza el estacionamiento en una reserva ambiental de uso múltiple, ha transformado la experiencia de residentes y turistas: calles seguras, aire más limpio y un contacto más pleno con el entorno natural. Se estima que esta modalidad contribuye de manera significativa a la reducción de emisiones de dióxido de carbono, ayudando a mitigar los efectos del cambio climático.
Más allá del impacto ambiental, el sistema promueve hábitos saludables y refuerza la identidad del pueblo como destino sustentable, integrando de forma armónica el paisaje, la cultura local y la experiencia turística.
La celebración de este aniversario no solo recuerda una decisión visionaria tomada en 1995, sino que también invita a reflexionar sobre cómo las políticas públicas pueden marcar el rumbo hacia comunidades más conscientes, resilientes y acogedoras.