A pesar de no ostentar expertise en el rubro, Javier Iguacel fundó una empresa dedicada a la explotación de petróleo con un capital inicial de u$s6.000 y se quedó con un negocio de u$s100 millones anuales.
Javier Iguacel, el exfuncionario del gobierno de Mauricio Macri que inició la causa por la que la expresidenta Cristina Kirchner está presa, se quedó con cuatro áreas claves de YPF, un negocio de u$s100 millones por año, a pesar de no contar con ningún tipo de experiencia en el sector petrolero.
Iguacel, señalan desde C5N, se desempeñó como titular de Vialidad Nacional desde el 10 de diciembre de 2015, día en que asumió Macri, hasta el 16 de junio de 2018, cuando fue nombrado ministro de Energía, en reemplazo de Juan José Aranguren, cargo en el que estuvo hasta el 7 de enero de 2019. Luego, fue electo intendente de Capitán Sarmiento (2019-2023).
La maniobra comenzó el 7 de abril de 2024, cuando el Banco Santander licitó la venta de 55 áreas convencionales de YPF en varias provincias, dentro del denominado Plan Andes. Casi tres meses más tarde, el 28 de junio, se constituyó la firma Bentia Energy S.A., presidida por Iguacel, y en cuyo directorio figura Lucas Logaldo, quien había sido jefe de Gabinete en Energía durante el gobierno de Macri.
Fuente: La Insuperable Noticias