Un grupo de amigos convirtió un paseo en una misión de rescate al auxiliar a un hombre mayor, desorientado y expuesto al frío extremo en el Cerro Champaquí. Su rápida intervención y solidaridad evitaron una tragedia, demostrando que los actos heroicos pueden surgir en los momentos más inesperados.
Un grupo de amigos que se dirigía al Cerro Champaquí con la intención de disfrutar de la nevada terminó convirtiéndose en protagonistas de una increíble misión de rescate. Mientras recorrían el camino hacia el puesto Tres Árboles, se toparon con una escena alarmante: un hombre mayor, desorientado, avanzaba lentamente en medio del frío extremo, sin abrigo suficiente y sin fuerzas para continuar.
Lucas, uno de los integrantes del grupo, relató cómo el encuentro casual con el hombre cambió el rumbo de su día: “Nosotros fuimos para Yacanto y de ahí nos íbamos todo por el camino que va para el Champaquí. Habíamos salido alrededor de las 3 de la tarde, parando, mirando y jugando con la nieve. En el camino, nos encontramos con este señor solo, con un tapado pero sin abrigo, caminando muy despacio en el medio de la nada”.

Preocupados por su estado, los jóvenes no dudaron en intervenir. Al preguntarle qué hacía allí, descubrieron que el hombre apenas podía hablar debido al frío extremo y que el lugar al que intentaba llegar estaba a unos 25 kilómetros de distancia. Sin perder tiempo, los tres amigos lo asistieron, subiéndolo a la moto hasta donde tenían estacionada su camioneta. “Cuando lo subimos a la camioneta empezó a temblar, se agarraba la cabeza y el corazón, y no hablaba”, explicó Lucas.
Conmovidos por la situación, hicieron todo lo posible para brindarle calor y seguridad: encendieron la calefacción al máximo, le ofrecieron sus camperas y esperaron hasta que poco a poco su cuerpo comenzó a reaccionar. “Pasamos unos 15 minutos y ya se había pasado”, contó Lucas. Luego, repararon la camioneta y se aseguraron de acompañarlo un trecho en su recorrido para garantizar que estuviera fuera de peligro.