Talleres, el club con apoyo oficial y su hinchada, no encuentra el camino.
El fútbol de Córdoba es una llama encendida. Vive en sus hinchas, en sus estadios y en sus barrios. Pero cuando se mira más allá de la pasión, queda claro que no todos sus grandes clubes transitan el mismo camino. Instituto, Belgrano y Talleres (los tres gigantes de la ciudad) atraviesan momentos institucionales y deportivos muy distintos. Uno apuesta con fuerza al desarrollo, otro empieza a cosechar frutos de su inversión, y el tercero, pese a su arrastre popular, parece estancado en un presente sin rumbo claro.
Instituto: una hoja de ruta definida
Lo de Instituto es claro y contundente. Con su Centro de Alto Rendimiento en La Agustina a punto de inaugurarse, el club muestra una planificación seria y sostenida. La construcción de un edificio moderno, un hotel para el plantel, espacios de formación y nutrición, y la ampliación de su estadio con obras en marcha, reflejan una dirigencia que sabe hacia dónde va.
Además, la existencia de una escuela primaria propia habla de una institución que entiende su rol social. No todo es pelota: Instituto forma, educa y proyecta. En lo deportivo, sin grandes estridencias, mantiene su lugar en la Liga Profesional con una estructura sólida y ordenada.
Belgrano: el modelo que empieza a rendir
Belgrano, por su parte, está mostrando con hechos que el crecimiento también se construye desde casa. En los últimos años, el club de Alberdi invirtió fuertemente en infraestructura: amplió tribunas, mejoró accesos y elevó la capacidad de su estadio, el Gigante de Alberdi, que hoy es un símbolo de pertenencia y orgullo para el hincha pirata.
Además, cuenta con predios de entrenamiento y apuesta a una base deportiva desde inferiores que empieza a dar resultados. En lo futbolístico, ha sabido consolidarse en Primera, con un proyecto que se nota más claro y que hoy lo tiene compitiendo con dignidad.
Belgrano también es uno de los clubes con mayor convocatoria del país. Y, a diferencia de Talleres, esa masividad sí ha sido acompañada de mejoras visibles y decisiones institucionales que fortalecen su identidad.