El fin del verano trae consigo una variedad de productos frescos y nutritivos; consumir alimentos de temporada es una excelente estrategia para aprovechar al máximo sus nutrientes
Con la llegada del otoño las temperaturas comienzan a descender, los días se acortan y el cuerpo necesita adaptarse a esta transición con nuevas necesidades nutricionales. Debemos fortalecer el sistema inmune para enfrentar los resfríos y las gripes típicas de esta época y también asegurarnos una alimentación equilibrada que aproveche los alimentos de temporada que la naturaleza ofrece.
A continuación, exploraremos qué cambios en la alimentación realizar en otoño, así como qué alimentos consumir para mantenerte saludable.
Adaptar la dieta a los cambios de temperatura
En otoño, es común que las temperaturas bajen y aumente la humedad, lo que puede acarrear la aparición de resfriados y otros malestares. Para enfrentar esta transición, es recomendable:
- Priorizar alimentos calientes: sopas, guisos e infusiones que ayuden a mantener el cuerpo caliente y aporten nutrientes esenciales.
- Consumir grasas saludables: están presentes en frutos secos, semillas, palta y aceite de oliva, son claves para mantener la energía y fortalecer el organismo.
- Aumentar la ingesta de fibra: legumbres, cereales integrales y verduras de raíz, favorecen la saciedad y la salud digestiva.
Aunque el calor disminuye, mantenerse hidratado sigue siendo esencial. Optá por infusiones tibias y platos de cuchara calientes, como sopas y guisos son opciones nutritivas y reconfortantes.

Comer frutas y verduras de estación
El otoño, que abarca desde fines de marzo hasta junio, trae consigo una variedad de productos frescos y nutritivos. Consumir productos de temporada es una excelente estrategia para aprovechar al máximo sus nutrientes, reducir costos y elegir opciones más frescas y sabrosas. En esta estación, las frutas y verduras disponibles suelen ser ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales para fortalecer el organismo y adaptarse a los cambios de temperatura. Algunas opciones destacadas son:

- Calabaza y zapallo: disponible en sus variedades como el zapallo criollo o cabutia , es rico en vitamina A (beta carotenos), fibra y antioxidantes. Ideal para sopas, purés o asados, aporta calidez y saciedad en los días frescos.
- Boniato: un tubérculo versátil y repleto de carbohidratos complejos, vitamina C y potasio. Perfecto para hornear o incluir en guisos otoñales.
- Manzanas y peras: estas frutas son abundantes en otoño; aportan fibra, vitamina C y antioxidantes. Son ideales para entre horas o en postres saludables como compotas.
- Cítricos: naranjas, mandarinas y pomelos. Aunque su pico se da más hacia el invierno, comienzan a aparecer ahora. Son una excelente fuente de vitamina C, clave para el sistema inmune.
- Hojas verdes: acelga, espinaca. Ricas en hierro, magnesio y vitaminas del complejo B, son perfectas para ensaladas tibias o salteados.
Además de su valor nutricional, los alimentos de estación suelen ser más accesibles y tienen menor impacto ambiental, ya que no requieren largos procesos de almacenamiento o transporte. Es recomendable aprovechar las cocciones lentas y de olla, en preparaciones como sopas y guisos que permiten conservar mejor los nutrientes y potenciar los sabores característicos de la estación, así como las frutas incorporarlas de manera sencilla en jugos naturales o licuados.
El otoño es una excelente oportunidad para reforzar nuestra alimentación con productos locales y de temporada. Adoptar una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales no solo nos ayuda a mantenernos saludables, sino que también fortalece nuestro sistema inmune y nos prepara para los cambios climáticos. ¡Aprovechemos los alimentos que nos brinda esta estación!