El dictamen de la fiscal Rotela cayó como una bomba en la Rosada. Si bajan a la ex Brigada Cola, los libertarios podrían presentar una boleta con la foto de dos renunciados.
En el gobierno se desató la furia con Guillermo Francos, Lisandro Catalán y Santiago Viola porque la fiscal electoral falló contra la candidatura de Diego Santilli y dictaminó que quien debe encabezar la boleta es la ex Brigada Cola, Karen Reichardt.
El dictamen de la fiscal federal con competencia electoral de la provincia de Buenos Aires, Laura Roteta, confirmó lo que venía anticipando LPO: más allá de los deseos de la Rosada por reemplazar a José Luis Espert por Santilli en el primer lugar de la boleta, la decisión final recaía en la justicia electoral.
Las primeras señales fueron muy adversas para el gobierno. Las imágenes del juez electoral, Alejo Ramos Padilla, recorriendo las boletas ya impresas con la cara de Espert, fueron el primer indicio de que el magistrado no correría detrás del pedido del gobierno.
En el entorno de Santilli no pueden creer que cuando el gobierno comunicó su ascenso al primer lugar no tenía conversaciones avanzadas con Ramos Padilla para que el trámite avanzara sin problemas para embarcarse de inmediato en la reimpresión de las boletas.