Boca Juniors vivió una noche de fiesta total en la Bombonera. Con autoridad, contundencia y un fútbol de alto vuelo, el equipo xeneize goleó 5-0 a Newell’s Old Boys y volvió a meterse de lleno en la pelea por el Torneo Clausura 2025.
Un vendaval azul y oro
Desde el pitazo inicial, Boca salió decidido a borrar cualquier duda. Bajo la conducción interina de Claudio Úbeda, el equipo mostró una intensidad inédita en las últimas fechas: presión alta, circulación veloz y una voracidad ofensiva que desbordó al rival.
Milton Giménez, en estado de gracia, abrió el marcador con una definición cruzada y amplió minutos después con un cabezazo imparable. Ayrton Costa, atento en el área chica, puso el tercero antes del descanso.

La superioridad era total: cada avance de Boca terminaba con peligro real, mientras Newell’s no encontraba manera de salir del asedio.
Newell’s, desbordado y sin respuestas
El conjunto rosarino se vio superado en todos los sectores. Su defensa fue un tembladeral, el mediocampo perdió todas las segundas pelotas y la delantera quedó desconectada del juego.
En el segundo tiempo, Brian Aguirre estiró la ventaja tras una buena jugada colectiva, y Lautaro Blanco, con un zurdazo bajo, decoró el resultado final. El 5-0 reflejó fielmente lo ocurrido: dominio absoluto de Boca y desconcierto total del visitante.

Con esta goleada, Boca se trepó a lo más alto de la Zona A y empieza a mirar con otros ojos la recta final del torneo. La diferencia de gol a favor y la confianza recuperada pueden ser claves en la pelea grande.
Newell’s, en cambio, atraviesa un momento crítico. El rendimiento colectivo se desplomó y la derrota lo deja golpeado, sin margen para más errores si quiere sostenerse en la mitad de la tabla.
Lo que viene
El próximo paso será visitar a Atlético Tucumán, en un duelo que pondrá a prueba si esta versión poderosa de Boca llegó para quedarse.
El xeneize recuperó su mística, su hambre y su fútbol. Y cuando eso pasa, todo el campeonato tiembla.