Un sismo de 6.1° sacude Esmeraldas, dejando víctimas, daños materiales y movilización gubernamental para atender la emergencia.
El pasado viernes, la provincia ecuatoriana de Esmeraldas fue sacudida por un sismo de magnitud 6.1°, un evento que ha dejado profundas afectaciones tanto humanas como materiales.
Según la Secretaría de Gestión de Riesgos, el sismo impactó a 854 personas, dejó 32 heridos y forzó a 90 personas a buscar refugio en albergues temporales hasta la tarde del sábado. Las consecuencias estructurales también han sido severas, con 267 viviendas reportadas como dañadas.
El temblor tuvo un amplio alcance, siendo sentido en 56 cantones pertenecientes a 10 provincias. Esto pone de manifiesto la fuerza del movimiento telúrico y su capacidad de extenderse más allá del epicentro. Frente a la magnitud del desastre, varios ministros del gobierno acudieron rápidamente a Esmeraldas para coordinar las labores de emergencia, supervisar la asistencia humanitaria y evaluar las necesidades inmediatas de la población.
Entre las prioridades de las autoridades está garantizar alojamiento seguro para las familias afectadas, evaluar las infraestructuras dañadas y proporcionar insumos básicos como alimentos, agua potable y atención médica. Equipos técnicos están trabajando en la zona para llevar a cabo inspecciones en edificios y viviendas, determinando la habitabilidad de las estructuras.
Además, las comunidades locales han comenzado a organizarse para recibir apoyo externo, y diversas organizaciones no gubernamentales y voluntarios han expresado su disposición para colaborar. Las autoridades han solicitado a la población mantenerse alerta ante posibles réplicas y seguir las recomendaciones oficiales para evitar más daños o víctimas.
El evento ha puesto en relieve la vulnerabilidad de la región a los desastres naturales y subraya la importancia de fortalecer las medidas de prevención y respuesta ante sismos. Mientras tanto, la solidaridad y el esfuerzo conjunto de las instituciones y la sociedad civil están marcando la diferencia para los afectados.