El grave suceso tuvo lugar en la noche del miércoles en barrio El Pueblito, ubicado al oeste de la ciudad de Córdoba
Un grave hecho de violencia con posibles connotaciones mafiosas tuvo lugar en la noche del miércoles en barrio El Pueblito, ubicado al oeste de la ciudad de Córdoba. Una familia fue víctima de un ataque armado y de la colocación de artefactos incendiarios tipo bombas molotov, en un episodio que incluyó un mensaje intimidatorio escrito en una cartulina, con la leyenda: “Te manda saludos el sindicato 23”.
El incidente ocurrió alrededor de las 22.30, en una vivienda situada en la calle Cleto Aguirre al 5400, donde residía un hombre de 54 años —con antecedentes penales—, junto a su pareja de 31 años y sus cuatro hijos menores de edad.
Según relató el propietario, sujetos no identificados abrieron fuego contra el domicilio, impactando en un pilar de las rejas y en la pared frontal, entre la ventana y la puerta de ingreso. Simultáneamente, arrojaron dos bombas molotov: una de ellas explotó e incendió parcialmente un automóvil Renault 12 estacionado frente a la vivienda, mientras que la segunda ingresó al comedor sin llegar a detonar.
Intervino en el lugar personal de la División de Explosivos, quienes procedieron al secuestro de uno de los artefactos caseros, compuesto por un envase recubierto con una bolsa plástica y una mecha de pirotecnia. Además, se constató la existencia del cartel con el mensaje amenazante vinculado al denominado “Sindicato 23”, cuya identidad o existencia formal aún no ha sido determinada por los investigadores.
A pesar de la violencia del ataque, no se registraron personas lesionadas. La familia manifestó desconocer tanto las razones del atentado como la identidad de los agresores, y se negó a radicar una denuncia formal ante las autoridades policiales. Sin embargo, la investigación continúa de oficio, dado el tenor de la amenaza y la gravedad del hecho.
Cabe destacar que las circunstancias del ataque, la precisión del mensaje intimidatorio y la negativa a formalizar la denuncia, han llevado a los investigadores a contemplar diversas hipótesis, entre ellas, posibles represalias vinculadas a disputas delictivas, especialmente ligadas al narcotráfico, o conflictos internos con organizaciones de carácter sindical o parapolicial.
El caso quedó en manos de la Fiscalía de Instrucción de turno, que ha ordenado diversas diligencias para identificar a los responsables y esclarecer los motivos detrás del hecho.