El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, fortalecen vínculos bilaterales en temas de migración y seguridad, mientras el caso de Kilmar Abreu García genera controversias legales y diplomáticas.
En una visita oficial a los Estados Unidos, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, sostuvo una reunión con su homólogo estadounidense, Donald Trump. Durante el encuentro, Trump agradeció a Bukele por aceptar la deportación de migrantes acusados de terrorismo, quienes han sido recluidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Secod). Bukele reafirmó la disposición de su gobierno para colaborar en la lucha contra estas amenazas.
Uno de los temas destacados de la reunión fue el caso de Kilmar Abreu García, un salvadoreño residente en Maryland deportado al Secod a pesar de contar con una orden judicial que impedía su deportación. Bukele se negó a retornar a García a los Estados Unidos, argumentando que su gobierno no liberará a personas consideradas peligrosas.
La situación generó la intervención del senador estadounidense Chris Van Hollen, quien viajó a El Salvador para evaluar las condiciones del detenido. Aunque inicialmente se le negó acceso, el senador logró reunirse con García y confirmó que este había sido trasladado a un penal en Santa Ana.
La reunión entre ambos mandatarios refuerza la cooperación bilateral en temas de seguridad y migración, aunque no está exenta de controversias legales y diplomáticas.