En la ruta del Pehuén, encontraron vértebras, costillas, y hasta un cráneo de este reptil marino que tendría una antigüedad de entre 145 y 150 millones de años.
El propietario de un campo ubicado en el paraje Mulichinco alertó a las autoridades sobre la presencia de restos fósiles y se conformó una patrulla ambiental compuesta por efectivos de Gendarmería Nacional y el personal de la Dirección de Patrimonio Cultural de la provincia de Neuquén, que se dirigieron hacia el lugar y constataron la existencia de los fósiles en cuestión.
Los restos pertenecen a un reptil marino que era depredador de otras especies marinas, con un aspecto similar al de un pez espada o delfín, que vivieron desde el Triásico Inferior hasta el Cretácico Superior. Este reptil marino, el ictiosaurio, tendría una antigüedad de entre 145 y 150 millones de años.
El paleontólogo Mateo Gutiérrez detalló a su vez que partes fósiles establecieron en los trabajos de práctica que llevaron adelante. “Buscando el nivel desde donde se desprendieron los restos, se encontraron vértebras y costillas, que se continuaron en un cráneo y las aletas pectorales, perfectamente articulados”, señaló. En sintonía con hallazgo de estos elementos, el profesional especificó que los mismos revisten mayor importancia científica porque resultan más diagnósticos a la hora de identificar la especie del individuo. “Los restos serán trasladados al Museo Carmen Funes de Plaza Huincul para su preparación y estudio”, confirmó a medios locales.