El presidente Daniel Noboa anunció la polémica alianza con el creador del ejército privado, conocido por su participación en Irak. Mientras el Gobierno defiende la medida como necesaria, organizaciones cuestionan el historial de Prince y los riesgos éticos de esta colaboración
En un anuncio que ha generado tanto expectación como controversia, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, reveló este martes la firma de una alianza estratégica con Eric Prince, fundador de Blackwater, el ejército privado más reconocido a nivel mundial. El objetivo de esta colaboración es fortalecer la lucha contra el narcoterrorismo y proteger las aguas territoriales de Ecuador de la pesca ilegal.
Blackwater, ahora conocida bajo otro nombre luego de su venta en 2010, ganó notoriedad durante la guerra de Irak, donde fue contratada por el Gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, su legado está marcado por eventos polémicos, como el incidente de 2007 en Bagdad, donde 17 civiles fueron asesinados por error. Este hecho llevó a Prince a vender la empresa tres años después, en medio de críticas internacionales.
Eric Prince, quien actualmente mantiene una relación cercana con el expresidente estadounidense Donald Trump, ha estado involucrado en operaciones de seguridad en diversos países. Anteriormente, fue convocado por el presidente salvadoreño Nayib Bukele para asesorar en temas de seguridad, lo que generó un amplio debate en la región.
El presidente Noboa justificó la alianza argumentando que es necesaria para enfrentar los crecientes desafíos de seguridad que amenazan al país, especialmente el narcoterrorismo y la explotación ilegal de recursos marítimos. “Esta colaboración nos permitirá acceder a tecnología y experiencia de primer nivel para proteger a nuestra nación”, declaró el mandatario.
Sin embargo, la noticia ha generado reacciones encontradas. Mientras algunos sectores apoyan la medida como una solución pragmática a problemas urgentes, otros han expresado preocupación por la reputación de Prince y su empresa, así como por las implicaciones éticas de contratar servicios de seguridad privada con un historial controvertido.