Trabajadores y comunidad se movilizaron en Río Tercero contra el cierre de los hoteles de Embalse y los despidos masivos.
Los dirigentes de ATE Seccional Río Tercero convocaron a una movilización popular en defensa de la Unidad Turística de Embalse, ante los inminentes despidos que instrumentará el gobierno federal como parte del cierre definitivo de los hoteles. La concentración tuvo lugar este viernes a las 18 horas en la intersección de bulevar Pistarini y avenida San Martín.
La medida se da en un contexto en el que los hoteles de la Unidad Turística se encuentran prácticamente inactivos, y la Secretaría de Turismo de la Nación confirmó que no continuará con los programas de turismo social.
La Unidad Turística de Embalse, históricamente vinculada al turismo social y accesible para miles de familias argentinas, enfrenta su cierre definitivo tras la decisión del gobierno federal de desvincular a los trabajadores y dejar de sostener los programas que garantizaban su funcionamiento.
Los dirigentes de ATE Seccional Río Tercero denunciaron que esta medida no solo afectará a los empleados directos, sino también a la economía local, que depende en gran medida de la actividad turística generada por estos hoteles.
La marcha de este viernes buscó visibilizar el rechazo de la comunidad ante el cierre y los despidos masivos. Según los organizadores, la concentración en bulevar Pistarini y avenida San Martín fue un espacio para exigir respuestas concretas y defender el derecho al trabajo y al turismo social, que durante décadas permitió a familias de bajos recursos disfrutar de vacaciones en las Sierras de Córdoba.
La situación de los hoteles de Embalse es crítica desde hace meses. Con una actividad prácticamente nula y sin inversiones por parte del Estado, los trabajadores han denunciado el abandono progresivo de las instalaciones. La Secretaría de Turismo de la Nación, por su parte, confirmó que no seguirá apostando a los programas de turismo social, lo que implica el fin de una política pública que benefició a millones de argentinos.
Este cierre no solo representa un golpe para los empleados directos, sino también para los comercios, transportistas y prestadores de servicios de la zona, que dependen del flujo de turistas que generan estos hoteles. Los dirigentes de ATE advirtieron que, sin una respuesta del gobierno, el impacto económico y social en Embalse y sus alrededores será devastador.