A pesar de la buena sintonía con Washington que se esforzaron por demostrar desde el gobierno de Javier Milei, Donald Trump dejó en claro qué lugar ocupa la región para su agenda geopolítica.
Apenas asumió el cargo el lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejó en claro cuál es el lugar que ocupa la región en su agenda geopolítica. El flamante presidente apenas asumió el cargo firmó decenas de órdenes ejecutivas entre las que se encuentran restricciones a la inmigración, la salida del Acuerdo de París y cambios en la política energética. También anunció cuándo impondrá los nuevos aranceles a México y Canadá, aunque evitó referirse a China.
Trump delineó una serie de propuestas que destacan un endurecimiento de sus políticas hacia América Latina y una reafirmación de su visión aislacionista. Entre estas, anunció que planea reincorporar a Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo, un cambio que revierte la decisión tomada por Joe Biden antes de abandonar la Casa Blanca.
Trump también confirmó además que clasificará a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas, en lo que considera una estrategia clave para reforzar la seguridad interna de Estados Unidos.

En cuanto a Venezuela, Trump señaló que su administración buscaría cortar las importaciones de petróleo provenientes del país sudamericano. Según Trump, esta decisión no solo responde a objetivos económicos, sino también a la intención de “debilitar al régimen de Nicolás Maduro”, agregando que “No necesitamos a Latinoamérica para nuestro desarrollo. Podemos y debemos ser autosuficientes”, afirmó.
Otro punto controvertido fue su anuncio de un posible aumento de aranceles, efectivo desde el 1.º de febrero, contra las importaciones provenientes de México y Canadá. Este incremento podría generar un encarecimiento de bienes y servicios provenientes de ambos países, con un impacto significativo en México. Trump sugirió que medidas similares podrían aplicarse a China en los meses siguientes, alineándose con su retórica proteccionista.